Liber CCCXLI HHH

 

Continet Capitula Tres: MMM, AAA et SSS. 

 

“Sunt duo modi per quos homo fit Deus: Tohu et Bohu. Mens quasi flamma surgat, aut quasi puteus aquae quiescat. Alteri modi sunt tres exempli, qui illis extra limine collegii sancti dati sunt.” 

“In hoc primo libro sunt Aquae Contemplationis.” 

“Dos son los métodos para convertirse en Dios: el Vertical y el Opuesto. Que la Mente se vuelva como una llama, o como un pozo de aguas tranquilas. De cada método hay tres ejemplos principales dados a aquellos que están sin el Umbral.” 

“En este primer libro se escriben las Reflexiones.” 

“Sunt tres contemplationes quasi halitus in mente humana abysso inferni. Prima, Νεκρος ; Secunds, Πυραμις; Tertia Φαλλος vocatur. Et hae reflexiones aquaticae sunt trium enthusiasmorum, Apollonis, Dionysi, Veneris.” 

“Tota stella est Nechesh et Messiach, nomen אהיה cum יהוה conjunctum.” 

“Hay tres contemplaciones a modo de exhalaciones en la mente humana, que es el Abismo del Infierno: la primera se llama Νεκρος, la segunda Πυραμις, y la tercera Φαλλος. Estas son las acuáticas reflexiones de los tres entusiasmos, los de Apolo, Dioniso y Afrodita.” 

“Toda la estrella es Nechesh and Messiach, el nombre אהיה unido a יהוה.” 

 

I

M M M

 

“Recuerdo cierto santo día en el crepúsculo del Año, en el crepúsculo del Equinoccio de Osiris, cuando te observé con claridad; cuando por primera vez la pavorosa cuestión fue zanjada; cuando El que tiene cabeza de Ibis logró apaciguar la lucha mediante un encantamiento. Recuerdo tu primer beso, tal como lo haría una doncella. Ni en los sombríos caminos apartados había otro: tus besos permanecen.”
Liber Lapidis Lazuli. VII. 15, 16. 

0. Siéntate en tu Asana con la ropa de Neófito, la capucha quitada. 

1. Es de noche, calurosa y pesada; no hay estrellas. Ni un soplo de viento agita la superficie del mar, que eres tú. Ningún pez juega en tus profundidades. 

2. Que se levante un Soplo y rice las aguas. Tú lo sentirás también jugando sobre tu piel. Molestará tu meditación dos o tres veces, tras las cuales tendrías que haber dominado esta distracción. Pero este Soplo no se levantará hasta que tú no lo sientas. 

3. Después la noche es desgarrada por el relámpago. Tú lo sentirás también en tu cuerpo, que se estremecerá y sobresaltará con la sacudida, y también esto debe ser sufrido y superado. 

4. Tras el relámpago queda en el cénit un minúsculo punto de luz. Y esta luz irradiará hasta que un cono erguido se establezca sobre el mar, y esto es el día. 

Con esto tu cuerpo se pondrá automáticamente rígido; y harás que esto dure, retirándote tú a tu corazón en forma de un huevo vertical de negrura; y ahí permanecerás por un espacio de tiempo. 

5. Cuando todo esto se pueda realizar perfecta y fácilmente a voluntad, que el aspirante se figure a sí mismo en lucha contra toda la fuerza del Universo. En ella él sólo se salva gracias a su extrema pequeñez. Pero al final es vencido por la Muerte, que lo cubre con una cruz negra. 

Que su cuerpo yazca boca arriba, con los brazos estirados. 

6. Tumbado así, que aspire fervientemente al Santo Ángel de la Guarda. 

7. Que vuelva a su anterior postura. 

Veintidós veces debe figurarse que es mordido por una serpiente, sintiendo incluso el veneno en su cuerpo. Y que cada mordedura sea curada por un águila o un halcón que abre sus alas sobre la cabeza del aspirante y gotea sobre él un rocío curativo. Pero que la última mordedura sea tan terrible que le provoque una aguda punzada en la nuca con la que crea morir, y que el rocío curativo sea de tal virtud que le haga ponerse de pie de un salto. 

8. Que haya ahora dentro de su huevo una cruz roja, luego una cruz verde, luego una cruz dorada, luego una cruz plateada; o las cosas que ellas cubren con sus sombras. Sobre esto hay silencio, porque el que haya llevado a cabo la meditación correctamente comprenderá el significado profundo de esto, y le servirá para probarse a sí mismo y a sus compañeros. 

9. Que ahora permanezca en la Pirámide o Cono de Luz como un Huevo, pero ya no de negrura. 

10. Después que su cuerpo esté en la posición del Ahorcado, y que aspire con toda su fuerza al Santo Ángel de la Guarda. 

11. Habiéndole sido otorgada la gracia, que tome parte místicamente de la Eucaristía de los Cinco Elementos [1] y que proclame la Luz en Extensión; sí, que proclame la Luz en Extensión. 

 

II

AAA

 

“Estos aflojan las vendas del cadáver; estos desatan los pies de Osiris, y así el Dios llameante puede llevar la devastación por todo el firmamento con su fantástica lanza.”
Liber Lapidis Lazuli. VII. 3. 

0. Siéntate en tu Asana, o tumbado en Shavasana, o en la posición del Buddha moribundo. 

1. Piensa en tu muerte. Imagina las diferentes enfermedades que pueden atacarte, o los accidentes que pueden sucederte. Represéntate el proceso de la muerte, aplicándolo siempre a ti mismo.
(Una práctica preliminar útil es leer manuales de patología y visitar museos y salas de disección.) 

2. Continúa esta práctica hasta que la muerte sea completa. Sigue al cadáver a través de los estadios de embalsamamiento, envoltura y entierro. 

3. Ahora imagina un soplo divino que te entra por la nariz. 

4. Después imagina una luz divina iluminándote los ojos. 

5. Después imagina la voz divina despertándote los oídos. 

6. Después imagina un beso divino imprimiéndose en tus labios. 

7. Después imagina la energía divina activando los nervios y músculos de tu cuerpo, y concéntrate en el fenómeno que ya habrá sido observado en 3, el restablecimiento de la circulación. 

8. Al final, imagina el regreso del poder reproductor, y úsalo para preñar al Huevo de luz en que el hombre se baña. 

9. Ahora represéntate que este Huevo es el Disco del Sol poniéndose en el oeste. 

10. Que se hunda en la oscuridad, llevado en la barca celestial, sobre el lomo de la sagrada vaca Hathor. Y puede ser que oigas su mugido. 

11. Que se vuelva más negro que cualquier negrura. Y en esta meditación deberás estar completamente sin miedo, porque la negrura que aparecerá ante ti será algo pavoroso más allá de toda tu comprensión.
Y llegará a suceder que, si tú has realizado bien y adecuadamente esta meditación, de pronto oirás el zumbido y el sonido estentóreo de un Escarabajo. 

12. Entonces pasará la Negrura y tú surgirás con rosa y oro en el Este, con el grito de un Halcón resonando en tus oídos. Será estridente y ronco. 

13. Finalmente te levantarás y te pondrás de pie en medio del cielo, un globo de gloria. Y también surgirá el poderoso Sonido que los hombres santos han comparado al rugido de un León. 

14. Entonces te retirarás de la Visión, recogiéndote a ti mismo en la divina forma de Osiris sobre su trono. 

15. Entonces repetirás audiblemente el grito de triunfo del dios resurgido, tal como te haya sido dado por tu Superior. 

16. Una vez realizado esto, puedes entrar otra vez en la Visión, que a causa de esto se perfeccionará en Ti. 

17. Tras esto regresarás al Cuerpo, y darás las gracias al Dios Más Alto IAIDA; sí, al Dios Más Alto IAIDA. 

18. Ten bien en cuenta que esta operación tendría que llevarse a cabo, si es posible, en un lugar dedicado y consagrado para los Trabajos de la Magia de la Luz. También que el Templo debería abrirse ceremonialmente, con todo el conocimiento y destreza que tengas, y que al final debería cerrarse muy cuidadosamente. Pero en la práctica preliminar es suficiente con limpiarte mediante la ablución, la vestidura y los rituales del Pentagrama y el Hexagrama. 

0-2 deberían practicarse primero, hasta que se consiga cierto éxito; y la práctica debería siempre estar seguida de una invocación divina a Apolo o a Isis o a Júpiter o a Serapis. 

Después, tras una rápida recapitulación de 0-2, practica 3-7. 

Una vez que lo domines, añade 8. 

Luego añade 9-13. 

Entonces, estando preparado y fortificado, bien equipado para el trabajo, lleva a cabo la meditación completa de una vez. Y que esto continúe hasta que se consiga el éxito perfecto. Pues esta es una poderosa y santa meditación, ya que tiene poder incluso sobre la Muerte; sí, tiene poder incluso sobre la Muerte. [2]

 

III

SSS

 

“Tú eres una cosa hermosa, más blanca que una mujer en la columna de esta vibración. Me lanzo verticalmente como una flecha, y llego a ser eso Arriba. Pero eso es la muerte, y la llama de la pira. ¡Asciende en la llama de la pira, oh espíritu mío! Tu Dios es como el frío vacío del más remoto cielo, donde irradias tu pequeña luz. Cuando Tú me conozcas, oh Dios vacío, mi llama expirará completamente en tu gran N.O.X.”
Liber Lapidis Lazuli. I. 36-40. 

0. Siéntate en tu Asana, preferiblemente el Rayo. 

Es esencial que la columna vertebral esté vertical. 

1. En esta práctica la cavidad del cerebro es el Yoni; la espina dorsal es el Lingam. 

2. Concentra tu pensamiento de adoración en el cerebro. 

3. Ahora empieza a despertar la columna vertebral de la siguiente manera. Concentra tu pensamiento sobre ti mismo en la base de la columna, y muévelo gradualmente hacia arriba poco a poco. 

Mediante esto llegarás a ser consciente de la columna, sintiendo cada vértebra como una entidad separada. Esto debe conseguirse del modo más completo y perfecto antes de pasar a la siguiente práctica. 

4. Después, adora el cerebro como antes, pero figúrate que su contenido es infinito. Considera que es la matriz de Isis o el cuerpo de Nuit. 

5. A continuación identifícate a ti mismo con la base de la columna vertebral, como antes, pero figúrate su energía como infinita. Considera que es el falo de Osiris o el ser de Hadit. 

6. Estas dos concentraciones 4 y 5 pueden llevarse hasta el punto de Samadhi. Pero no pierdas el control de la voluntad; que el Samadhi no sea tu amo en esto. 

7. Y ahora, siendo consciente tanto del cerebro como de la columna, e inconsciente de todo lo demás, imagínate el hambre de uno por el otro; la vacuidad del cerebro, el deseo de la columna, como la vacuidad del espacio y la falta de objetivo de la Materia. Y si tienes experiencia en la Eucaristía de las dos clases, esto ayudará a tu imaginación. 

8. Que esta agonía crezca hasta que sea insoportable, resistiendo con la voluntad cualquier tentación. Hasta que tu cuerpo entero no esté bañado en sudor, o tal vez en sudor de sangre, y hasta que no surja de tus labios cerrados un grito de angustia intolerable, no sigas adelante. 

9. Ahora que una corriente de luz azul oscura salpicada de escarlata recorra arriba y abajo tu columna vertebral, golpeándola como si estuviera sobre ti mismo, que estás enroscado en la base como una serpiente. Que todo ello sea excepcionalmente lento y sutil. Aunque esto pueda estar acompañado de placer, resiste. Y aunque pueda estar acompañado de dolor, resiste. 

10. Esto continuarás haciéndolo hasta que estés exhausto, no aflojando nunca el control. No sigas adelante hasta que no logres realizar la sección 9 durante una hora entera. Y retírate de la meditación por un acto de voluntad, pasando a un ligero Pranayama sin Kumbhakham, y meditando sobre Harpócrates, el Dios silente y virginal. 

11. Y entonces, al final, estando bien dispuesto en cuerpo y mente, situado en paz, de noche, bajo un favorable cielo estrellado, con un tiempo calmo y cálido, puedes acelerar el movimiento de la luz hasta que sea seguido por el cerebro y la columna, independientemente de tu voluntad. 

12. Si en este momento tuvieras que morir, ¿acaso no está escrito: “Benditos sean los muertos que mueren en el Señor”? ¡Sí, benditos sean los muertos que mueren en el Señor! 

 

Notas:

[1] Véase Liber IV ABA, parte III, capítulo 20: “De la Eucaristía y del Arte de la Alquimia”.

[2] Nota de la edición original, firmada por “Fra. O. M.”: “En cualquier momento durante esta meditación, la concentración puede llevar al Samadhi. Esto debe temerse y evitarse más que cualquier otra pérdida de control, ya que es la más tremenda de las fuerzas que pueden amenazar mediante la obsesión. También hay cierto peligro de melancolía delirante aguda en el punto 1.”

 

© de la traducción Miguel AlgOl