Una Carta de Baphomet a la Ilustre Damisela Anna Wright,
Compañera del Santo Grial, brillante como la luna.
Que ella y sus hermanas puedan llevar consuelo a todos aquellos
que están a un paso de la muerte, así como a quienes los aman.
Amada Hija y Hermana,
HAZ LO QUE QUIERAS SERÁ TODA LA LEY.
Que sea tu voluntad, y la voluntad de todos los que atienden a los enfermos, reconfortarlos y fortificarlos con las palabras que siguen.
Está escrito en El Libro de la Ley: Cada hombre y cada mujer es una Estrella. Es Nuestra Señora de las Estrellas quien te habla ¡oh tú, que eres una estrella, un miembro del Cuerpo de Nuit! Escucha, porque tus oídos se han vuelto sordos a los mezquinos sonidos de la tierra. El silencio infinito de las Estrellas te seduce con su música sutil. Obsérvala inclinada sobre ti, una llama azul que lo toca todo, que lo penetra todo, sus amorosas manos sobre la tierra negra y su flexible cuerpo arqueado para el amor, sin que sus suaves pies dañen las flores más pequeñas, y piensa que toda tu grosería saldría de ti en cuanto tú saltaras a su abrazo, prendido en su amor como una gota de rocío en los besos del sol naciente. ¿Acaso no es el éxtasis de Nuit la consciencia de la continuidad de la existencia, la omnipresencia de su cuerpo? Todo lo que te ha dañado era aquello que no conocías y, si desapareciera de ti, conocerías como nunca antes lo has hecho de qué modo todo es uno.
Ella dice además: Yo doy inimaginables gozos sobre la tierra, certeza, no fe, durante la vida, sobre la muerte. Esto lo has conocido. El Tiempo que devora a sus hijos no tiene poder sobre los que no quieren ser hijos del Tiempo. Para los que se piensan inmortales, los que habitan siempre en la eternidad, conscientes de Nuit, instalados en el trono de la carroza del sol, no hay muerte como los hombres conciben la muerte. En todo el universo la oscuridad sólo se encuentra en la sombra de un grueso y opaco planeta, y por un instante apenas. El universo es por sí mismo un torrente de luz eterna. Del mismo modo la muerte no existe sino por accidente. Tú te has escondido en la sombra de tu grueso cuerpo y, tomándola por la realidad, te has sobrecogido. Pero la órbita sigue su curso después; la sombra se aleja de ti. ¡Es la disolución, y el éxtasis eterno en los besos de Nu! Porque en la medida en que hayas hecho tuya la Ley de la Libertad, en la medida en que hayas vivido en la Luz, la Libertad y el Amor, te habrás vuelto un Hombre Libre de la Ciudad de las Estrellas.
Escucha además tu propia voz dentro de ti. ¿No es Hadit la llama que arde en cada corazón de hombre, y en el núcleo de cada estrella? ¿No es Él la Vida, y el donador de la Vida? ¿Y no es el conocimiento de Él, por lo tanto, el conocimiento de la Muerte? Porque ya se te ha mostrado en muchos otros lugares que la Muerte y el Amor son gemelos. Ahora eres tú el cazador y la Muerte cabalga a tu lado en su caballo y con su jabalina, mientras tú persigues tu Voluntad a través de los bosques de la Eternidad ¡cuyos árboles son el cabello de Nuit, tu señora! ¡Excítate con el gozo de la vida y de la muerte! ¡Advierte, cazador poderoso y rápido, que la presa comienza a ladrar! No tienes más que dar una brusca acometida, y habrás vencido. ¡La Virgen de la Eternidad yace boca arriba a tu merced, y tú eres Pan! Tu muerte será el sello de la promesa de este amor inmemorial. ¿Acaso no te has esforzado hasta lo más profundo de ti? La muerte es la corona de todo. ¡Endurécete! ¡Mantente por ti mismo! ¡Levanta la cabeza! ¡No respires tan profundamente — muere!
¿O estás todavía enredado en las espinosas trenzas de zarzas que has tejido en tu mágica danza sobre la tierra? ¿No son tus ojos lo suficientemente fuertes para soportar la luz estelar? ¿Debes demorarte todavía un rato en el valle? ¿Debes entretenerte con las sombras en el crepúsculo? Si esta es Tu Voluntad ¡no tienes derecho más que a hacer Tu Voluntad! Ama todavía esos fantasmas de la tierra; tú te has hecho Rey. Si te place jugar con juguetes de materia ¿acaso no han sido hechos para complacerte? Sigue entonces en tu mente la maravillosa palabra de la propia Estela de la Revelación. Regresa si quieres de la morada de las Estrellas, vive con la mortalidad, y festéjalo. Porque tú eres ese día el Señor del Cielo y de la Tierra.
El muerto Ankh-f-na-Khonsu
Dijo con su voz de verdad y tranquilidad:
¡Oh tú que tienes un único brazo!
¡Oh tú que centelleas en la luna!
Te enredo en el encanto que se teje,
Te atraigo con la melodía ondulante.
El muerto Ankh-f-na-Khonsu
Ha dejado atrás las multitudes oscuras,
Se ha unido a los habitantes de la luz
Abriendo Duat, las moradas de las estrellas,
Recibiendo sus llaves.
El muerto Ankh-f-na-Khonsu
Ha hecho su entrada en la noche
Para llevar a cabo su placer sobre la tierra
Entre los vivos.
EL AMOR ES LA LEY, EL AMOR BAJO LA VOLUNTAD.
Que la Bendición del Que lo Engendra Todo, del Que lo Devora Todo sea sobre ti.
Baphomet X° O.T.O.
Con Nuestra firma y sello en este día del Año XII en que nuestro Padre el Sol está en Leo y la Luna en Piscis, desde el trono de Irlanda, de Iona y de todas las Bretañas, que se halla en el Santuario de la Gnosis.
© de la traducción Miguel AlgOl