Liber XVI Turris vel Domus Dei

 


 

0. Esta práctica es muy difícil. El estudiante no debe esperar grandes resultados hasta que haya dominado completamente la Asana y haya obtenido mucho éxito en las prácticas de meditación del Liber E y del Liber HHH. 

Por otro lado, cualquier éxito en esta práctica es de un carácter extremadamente alto, y en ella el estudiante está menos sujeto a la ilusión y al autoengaño, en relación a casi cualquier otra de las que hemos dado a conocer. [1]

1. Primer Punto. El estudiante debería primero descubrir por sí mismo la posición aparente del punto en su cerebro donde surgen los pensamientos, si hay tal punto. Si no lo hay, debería buscar la posición del punto donde se juzgan los pensamientos. 

2. Segundo Punto. Debe también desplegar en sí mismo una Voluntad de Destrucción, incluso una Voluntad de Aniquilación. Puede ser que esta sea descubierta a inconmensurable distancia de su cuerpo físico. Esto no importa, debe alcanzarla, debe identificarse con ella incluso aunque se pierda a sí mismo. 

3. Tercer Punto. Que su Voluntad entonces vigile atentamente el punto donde surgen los pensamientos, o el punto donde se juzgan, y que cada pensamiento sea aniquilado según es percibido o juzgado. [2]

4. Cuarto Punto. Después, que cada pensamiento sea inhibido desde su comienzo. 

5. Quinto Punto. Después, que incluso las causas o tendencias que si se dejan libres terminan en pensamientos sean descubiertas y aniquiladas. 

6. Sexto y Último Punto. Que la verdadera Causa de Todo [3] sea descubierta y aniquilada. 

7. Esto es lo que fue dicho por hombres sabios de otros tiempos en relación a la destrucción del mundo por el fuego; sí, la destrucción del mundo por el fuego. 

8. Que el Estudiante recuerde que cada Punto conlleva un logro definitivo de gran dificultad. [4]

9. Que no intente pues alcanzar el segundo hasta que esté completamente satisfecho de su dominio del primero. 

10. A esta práctica aludió también Fra P. en la parábola siguiente: 

11. Asqueroso es el baluarte del ladrón, lleno de odio;
Ladrón que estrangula a ladrón, y compinche en guerra contra compinche,
Enfrentándose a salvajes asaltantes ¡todo abandonado al Destino!
Dentro no hay salud ni felicidad.
La virilidad es cobardía, y la virtud pecado.
Una insoportable tiniebla lo envuelve.
Ni el corazón del infierno tiene un aspecto tan nocivo;
Aún inofensiva e intacta, e impávida,
Suspira en su prisión una doncella inmaculada.
Encerrada por el amo mago para su deseo,
Ella confunde en él la seducción y la cólera,
Suplicando que el fuego de Dios lo aniquile todo.
El Señor de los Huéspedes prestó oído a su canción:
El Señor de los Huéspedes se puso colérico ante su mal.
Y soltó de su correa al perro del cielo.
Violento e intenso golpeó el rayo de luz.
Cuando la torre se sacudió y se rompió bajo su látigo,
Recibió el fuego inextinguible, y fue ceniza.
Pero este mismo fuego que acalló la riña del ladrón,
Y sacó a cada ser de la lujuria y de la vida,
Dejó a la dulce doncella convertida en feliz esposa. 

12. Y esta: 

13. Hay un pozo ante el Gran Trono Blanco
Que está cegado con la basura de los siglos;
Escombros y barro y sedimentos y piedra,
Para deleite de las lagartijas y desesperación de los sabios.
Sólo el rayo de la mano del Que se sienta
Y seguirá allí cuando el usurpador tirano caiga,
Puede limpiar ese desierto de deseos y juicios,
Que brote esa fuente en eternos corredores. 

14. Y esta: 

15. Azufre, Sal y Mercurio:
¿Cuál de los tres es amo?
La Sal es la Señora del Mar,
Señor del Aire es Mercurio.
Ahora por la gracia de Dios está la sal
Sujeta bajo la bóveda violeta
Ahora por el amor de Dios que se limpie todo
Con nuestro justo rocío hermético.
Ahora por Dios en el que creemos
Que se produzca la combustión de nuestra sal sófica.
Entonces al final el Ojo verá
Tres en Uno y Uno en Tres,
¡Azufre, Sal y Mercurio,
Coronados por la Alquimia Celestial!
¡Al Uno que envió los Siete,
Gloria en los Cielos Más Altos!
¡A los Siete que son los Diez,
Gloria sobre la Tierra, Amén! 

16. Y en cuanto a las dificultades de esta práctica y los Resultados que la recompensan, que tales cosas las descubra el correcto Ingenium del Practicus. 

 

Notas:

[1] La práctica de meditación del Liber E consistía en la limitación de la mente a un determinado objeto imaginado y exterior al estudiante, simple o complejo, en reposo o en movimiento. Las del Liber HHH hacían pasar la mente por una serie determinada de estados. El Raja-Yoga de los hindúes es fundamentalmente una extensión de los métodos del Liber E a objetos interiores. El Mahasatipatthana de los budistas es ante todo la observación y el análisis de los movimientos corporales. Aunque la presente práctica difiere radicalmente de estos, supone una gran ventaja familiarizarse en la práctica con cada uno de ellos, observando primeramente sus incidentales dificultades, y en segundo lugar sus resultados en relación con la psicología. (Esta y las demás notas del Liber Turris son del propio Crowley)

[2] Esto es también la “Apertura del Ojo de Shiva”.

[3] Maya, el Mago o Mara. También el Habitante en el Umbral en un sentido muy elevado.

[4] Este y los versos que siguen son de origen moderno.


© de la traducción Miguel AlgOl