Liber DCXXXIII De Thaumaturgia


 

Haz lo que quieras será toda la Ley. 

NO ES POSIBLE para el Maestro, oh hermanos míos, que ha luchado tanto tiempo con aquellas cosas que están dentro de Él mismo, no esperar que, si se les dan juguetes a los niños, estos no vayan a jugar con ellos. Pero también debe vigilarse que no se hagan daño a sí mismos. Este artículo es así una protección. 

Oh Hermanos Míos, así como a cada perro se le permite morder una vez, que a cada trabajador de lo maravilloso se le permita un milagro. Porque es justo que pruebe su nuevo poder, para que no termine engañado por la trampa y la malicia de los simios de Choronzon. 

Pero en cuanto a la repetición de milagros, la razón no es parecida. Primero está la objeción mágica general. La tarea del aspirante es subir por el Pilar Medio desde Malkuth a Kether; y aunque los otros Pilares deben sujetarse con firmeza como apoyos para el equilibrio, no debería bajo ningún concepto aferrarse a ellos. Él aspira al Conocimiento y la Conversación con su Santo Ángel de la Guardia, y cualquier otro trabajo es una desviación. Puede, no obstante, hacer milagros cuando estos resulten necesarios para llevar a cabo su trabajo central. Así, puede realizar una adivinación para ayudarse a buscar una casa apropiada para el objetivo, o incluso invocar un espíritu planetario para que le proteja y le ayude durante el tiempo de preparación, si esto es necesario. Pero que esté bien seguro en tales operaciones de que su único propósito es realmente ese Conocimiento y Conversación. De otro modo, habrá roto la concentración y, puesto que sólo el Único trabajo es Magia Blanca, todos los otros son Magia Negra. 

En segundo lugar hay una objeción similar derivada de consideraciones de Energía. Porque todos los milagros suponen una pérdida, como en el dicho “ella se dio cuenta de que la virtud se había marchado de él”. La excepción es, por lo tanto, como sigue: aquellos milagros que se dirijan a la conservación o a la renovación de Energía son correctos. Así pues no hay nada que alegar contra la preparación del Elixir de la Vida, las prácticas del IX° de la O. T. O. en general, en tanto en cuanto tienen por objeto la adquisición de Fuerza, Juventud y Vitalidad. 

Puede considerarse también la posibilidad de hacer milagros para ayudar a otros, dentro de ciertos límites. Uno debe decirse de modo consciente: Yo sacrifico deliberadamente Energía de mi propio Gran Trabajo para este Objeto. Por lo tanto el Mago debe antes de nada evaluar si el objeto es o no merecedor del sacrificio. Por ejemplo, en el primer año del Sendero del Maestro Therion, él y V. H. Frater Volo Noscere invocaron al Espíritu Buer para salvar la vida de V. H. Frater Iehi Aour, diciéndose ellos mismos: La vida de este santo hombre es de enorme importancia para el Eón, entreguemos esta pequeña porción de nuestra fuerza para este gran fin. La respuesta podría haber sido: No, dejémosle mejor que salga fuera de este malvado Karma de mala salud, y que muera y se reencarne de nuevo en la juventud y en la fuerza. Incluso ahora es difícil decir qué debería haber sido lo mejor. El santo hombre se recuperó realmente, alcanzó cosas todavía más grandes, despertó a mucha gente hacia la aspiración. Ninguna otra operación podría haber resultado más exitosa. Pero todavía queda la duda de si el orden natural de las cosas no habría concebido un florecimiento aún mejor. 

Pero esta es una objeción general de tipo escéptico contra cualquier milagro de cualquier clase, que conduce al cenagal de la discusión sobre el Libre Albedrío. El adepto hará mejor confiando en el Libro de la Ley, que apremia constantemente a la acción. Incluso la acción temeraria es mejor que la inacción, mediante esta Luz: que el mago defienda entonces que su locura es parte de ese orden natural que trabaja en conjunto tan bien. 

Y esto puede tomarse como una licencia general para llevar a cabo cualquier milagro que esté de acuerdo con la voluntad de uno. 

El argumento ha sido llevado por lo tanto hacia cada extremo; y, como todos los argumentos, termina en caos. 

Lo anteriormente dicho es a propósito de los milagros auténticos. Pero en lo que toca a los falsos milagros, la cosa resulta completamente distinta. 

Dado que es parte de la Magia K de cada uno hacer que tanto la Naturaleza como el hombre se adapten a su Voluntad, está permitido que se pueda influir en los demás mediante la realización de milagros. Pero los milagros auténticos no deberían usarse para tal propósito, porque supone profanar la naturaleza del milagro y echarles margaritas a los cerdos. Además, el hombre está hecho de tal manera que daría crédito a los falsos milagros y consideraría falsos los milagros auténticos. También es útil para el mago en ocasiones demostrar a los otros hombres que él es un impostor; por ello puede exponer fácilmente sus falsos milagros, siempre que esto no se haga allí donde sean auténticos. Porque negar los milagros auténticos es injuriar al poder que hace falta para realizarlos. 

Del mismo modo, ninguna de las otras objeciones arriba señaladas son válidas para los falsos milagros, porque, hablando con propiedad, no son en absoluto magia K y pertenecen al apartado de las acciones comunes. Sólo en cuanto las acciones comunes puedan ser magia K entrarían en consideración, pero aquí puede levantarse la objeción de que son, de manera particular, Error. Porque simulan la Verdad, y por lo tanto blasfeman contra ella. Ciertamente esto es así, y deben sólo realizarse con el objetivo de cegar a los maliciosos, y sólo dentro de ese peculiar espíritu de burla que deleita a los iniciados en la Comedia de Pan. 

Por lo tanto, puesto que en la Comedia y en la Tragedia todas las cosas están permitidas, la conclusión de este tema es que tú vivas eternamente en la Comedia o la Tragedia, siempre siendo capaz de ver la Vida como una pantomima hasta cierta medida, y que realices en función de esto falsos o auténticos milagros, tal como sea Tu Voluntad. 

El amor es la ley, el amor bajo la voluntad.



© de la traducción Miguel AlgOl